jueves, 11 de noviembre de 2010

Llaves

Estamos en la casa de veraneo familiar. Mis hermanos y yo jugamos al truco con papá en una especie de hall multiuso (habitación, patio cerrado, lugar de estar).

Papá dice algo en relación a las llaves. Algo que si no es un desafío, yo lo tomo como tal y quiero demostrarle algo. Parece que lo que quiero demostrar es que puedo esconder las llaves, que puedo hacerlas desaparecer. En el sueño se trata de las llaves de esa casa, pero las llaves que escondo tienen el llavero que uso hoy para mi casa actual (y no la de veraneo familiar).

Escondo las llaves en mi espalda mientras ellos no me ven. Siempre sentada en la silla, derecha y mirando hacia adelante, mi brazo derecho se estira totalmente hacia arriba y pegado a la oreja (las llaves en la mano derecha). Después flexiono el codo y baja la mano con las llaves por detrás de la cabeza y la espalda. Ubico las llaves adentro de la remera y las sostengo con la tira del corpiño. Apoyo la espalda en el respaldo de la silla y nadie sabe dónde están las llaves. He sido exitosa. Las hice desaparecer.

Mi padre sabe que hay gato encerrado. Cuando no ven las llaves, todos miran asombrados, pero por alguna razón que ahora desconozco, no me vieron ocultarlas. Todos saben que hay gato encerrado. No saben en donde buscar.

Termina la partida de truco. Mis hermanos se van y hay que levantarse de la silla. Mi padre está atento a lo que hago. Quiere descubrir el engaño. Se suma mi abuela (su madre). No les gusta ser engañados, ni desafiados. Me levanto de la silla. Ahora en la casa estamos mi padre, mi abuela y yo solamente. Voy caminando hacia atrás y hacia la puerta. Quiero tenerlos de frente para que no noten las llaves en la espalda, debajo de la remera. Para que no descubran el truco.

Ellos caminan cada vez más rápido. Más ávidos de alcanzar mi espalda (se dan cuenta de que allí está el punto), deseosos y sedientos de descubrirme. Llego hasta la puerta (desesperada por salir). La puerta está entornada. Si lograra salir, podría correr (darles la espalda ya) y no me alcanzarían.

Ellos ahora son momias. Están frente a mí, pero muy cerca como para que yo pueda salir por la puerta en un movimiento. Si me muevo me agarran.

Estoy atrapada.

Ellos gozan.

Terror.

2 comentarios:

  1. la dotttora dice que sentis que no te dejan crecer, ser independiente. La clave esta en LA LLAVEeeeeee

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  2. Ay dotttora, usté no sabe las veces que he perdido las llaves!

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